No es de las instituciones, no es de un asunto de voluntad, es problema en México y América Latina de los gobiernos nacionales, regionales y locales, de estados y municipios, en el caso de nuestro país", enfatizó.
Sostuvo que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha emprendido un esfuerzo extraordinario para aumentar la matrícula, pues "en los últimos siete años hemos incrementado en más de ocho mil lugares la oferta de primer ingreso a licenciatura” y el total de la matrícula aumentó casi 40 mil lugares.
En entrevista en el marco del III Encuentro Internacional de Rectores Universia, señaló que ello constituye un esfuerzo que a universitarios de la UNAM y al rector les da autoridad moral para decir que "nosotros hemos cumplido".
Narro Robles, quien en noviembre de 2015 concluye su segundo periodo al frente de la máxima casa de estudios de México, consideró necesaria la creación de nuevas universidades como la UNAM.
Todo lo que se sume será muy bueno, sí, yo apoyo que pueda haber nuevos desarrollos y apoyo también por supuesto, porque es una manera inteligente, sensata, directa, rápida oportuna de darle más recursos a las universidades establecidas para que puedan tener un crecimiento", enfatizó.
En su opinión, la solución o el dilema "no es escoger una u otra, las que ya están o nuevas universidades, creo que hay que hacer la dos juntas, apoyar a las universidades establecidas federales, autónomas, estatales, tecnológicas, politécnicas, de investigación, de formación profesional, apoyarlas a todas para que hagan un mayor esfuerzo, sumar las posibilidades".
De acuerdo con el rector de la UNAM, "México necesita decidirse y por eso es absurda la postura de decir es un problema de las instituciones, si es un problema del país, es un problema de todos; yo no rehúyo la responsabilidad, pero no es nada más de una o dos instituciones, es problema de México".
Consideró que la universidad del siglo XXI necesita "un sistema universitario que haga esfuerzos por incrementar la cobertura, esto implica buscar equidad".
Pensar que sólo tres o cuatro de cada 10 jóvenes puedan ir a la universidad nos pone en desventaja. El sistema universitario en Latinoamérica del siglo XXI tiene que ser un sistema que se preocupe por la cobertura, por la búsqueda de equidad, porque mujeres, indígenas, por ejemplo, puedan tener mayor acceso a la educación superior", aseveró.
Consideró que tiene que ser necesariamente una universidad que se preocupe por la calidad, la cual "no está reñida, enfrentada, contrastada con otros rasgos de la universidad del siglo XXI, tiene que haber calidad".
A su parecer, cuando no hay calidad en la educación "se comete un fraude, y cuando ese fraude se comete en la educación superior es verdaderamente patético, es gravísimo para la sociedad".
En cualquier momento "ese fraude, esa baja de calidad es inconveniente, pero cuando es en los estudios superiores, es peor", expresó, y sostuvo que debe tratarse de una universidad que tenga un enorme compromiso social.
La universidad latinoamericana del siglo XXI no puede dejar de reconocer el compromiso que tiene con la sociedad, por lo que los sistemas universitarios tienen que hablar y trabajar con todos los actores, con los representantes de los sectores público, social, así como las estructuras empresariales, apuntó.
En otro tema, el rector de la UNAM reconoció que los índices de eficiencia terminal en la máxima casa de estudios "no son tan buenos como quisiéramos", problema que, dijo, no sólo es de las universidades mexicanas o latinoamericanas, sino de países europeos.
Para frenar la deserción, consideró que debe garantizarse que los estudiantes lleguen al nivel superior con una mejor formación, calidad en la educación previa, que se cumplan los pre requisitos que se necesitan y asegurar que los jóvenes tengan información profesional, vocacional, que les permita seleccionar adecuadamente su carrera.
Que sepan a dónde van, que sepan qué se requiere, que sepan qué les van a demandar los planes y programas de estudio para que vean si realmente eso es lo que quieren y no tengan tropezones o incluso fracasos en su desarrollo", planteó.
Además, mejorar desde la estructura académica los planes y los programas para darles mayor flexibilidad, "no para rebajar la calidad", y asegurar a los jóvenes una mayor cantidad de proyectos que les permitan complementar la enseñanza del aula añadió Narro Robles.
Tenemos que trascender la pura educación presencial, magisterial, que se da en muchas ocasiones por una formación mucho más activa, por una preparación que al estudiante buscar información", remarcó.
Es preciso, aseveró el rector Narro, mejorar los sistemas de evaluación, a fin de que sean más controlables, pues a veces hay una enorme disparidad por la forma en que califican los profesores, por lo que es preciso asegurar que se pone en el centro del interés y de la atención a los estudiantes.
En ese sentido, informó que la UNAM seguirá haciendo esfuerzos, desde la educación media superior para mejorar la calidad educativa, que implica pensar en las condiciones de la enseñanza, aulas y laboratorios, "no quiere decir nada más cambios curriculares".
Respecto a si la UNAM mantendrá su propuesta de actualizar los planes de estudio de nivel bachillerato, lo cual propició inconformidades y toma de edificios, Narro Robles enfatizó que "ahí no está necesariamente el mayor esfuerzo", sin embargo "todo lo que se haga por actualizar los planes y programas debe ser bienvenido".